domingo, 20 de abril de 2008

RELATO CORTO





UNA CHICA MALA

Abre los ojos, un rayo de sol le da en plena cara, y se enfada consigo misma, la noche antes se olvido de cerrar la ventana. Hoy que podía dormir lo que quisiera, tiene que empezar mal la mañana, no hay forma, es que por mucho que ella pretenda no alterarse por nada, algo o alguien se le interpone, y le da el día.
Ya no puede conciliar el sueño, su cabeza le va como un molino, empieza a despejarse, y ya sabe que es inútil, no volverá a coger el sueño, ha de levantarse, no es costumbre en ella el estar despierta en la cama perdiendo el tiempo.
Pone los pies en el suelo, se despereza, y toca un botón del equipo que tiene encima de la cómoda. Al momento una música de airobic suena llenando la habitación. Ella como si fuera lo único que le importara en esta vida, se pone en marcha como un autómata. Lo hace muy bien, se nota que esta acostumbrada, y lo hace con una energía fuera de lo común. Debe tener fuerzas de sobra acumuladas y las deja fluir sabiendo que necesita desprenderse de esa especie de fuego en el cuerpo.
Si se tuviera que hacer una descripción de ella, sería un poco complicado ó difícil de definirla, tiene un aspecto aniñado, pero si la observas con atención, se ve una madurez que no pega con su aspecto, sus ojos tienen un color verde oscuro con un fondo profundo y misterioso. Esta seria, concentrada como en éxtasis. Lo que esta haciendo lo lleva a cabo como algo que tiene que hacer bien hecho es una perfeccionista.
Se detiene la música y ella también, esta bañada en sudor, se relaja un momento y se dirige al cuarto de baño. Al cabo de un rato se abre la puerta y aparece envuelta con el albornoz, abre su armario ropero, escoge unos pantalones pirata y una blusa ancha y la ropa interior de la cómoda. Se empieza a vestir, esta seria, mañana será un día difícil para ella. Hoy necesitaba dormir, quería estar más tranquila para poder estar lo más serena posible, pero no ha podido ser. Ayer fue un día duro, pero ella es muy positiva y si las cosas se han girado por algo será, el destino es así imprevisible.
Acaba de vestirse y mirando hacia el espejo ve su imagen reflejada en él. Ve una joven de unos veintinueve años, alta, delgada pero de constitución atlética, morena de pelo corto, muy corto, piernas largas, caderas estrechas y un pecho generoso.
Sale de su habitación, va hacia la cocina-comedor, es un estudio pequeño, todo lo que abarca la vista es lo que hay, ella no necesita más. Pone la cafetera al fuego, y el tostador en marcha, saca de la nevera mermelada mantequilla, y empieza ha exprimir naranjas. Come con apetito, tranquila, como si fuera otra manera de ejercitar el cuerpo, toma su tiempo.
Suena el teléfono, se levanta, se para un momento delante del aparato dudando cogerlo, al fin se decide y pregunta. – ¿Sí?- Se oye al otro lado una voz varonil - Hola cariño, necesito verte, se me hace muy largo esperar a mañana. ¿ Cómo estas? -Ella le contesta: Tranquila, estoy muy tranquila, ¿ y tu como lo llevas?
Bueno, a mí ya me conoces, estoy impaciente, ¿ no nos podemos ver? - Ella le contesta: Como te dije ayer, hoy es imposible, tengo muchas cosas que hacer, y me faltará tiempo. Ten paciencia que falta poco. Relájate, descansa que mañana será un día de mucho ajetreo. Te dejo, estoy desayunando y se me enfría el café. Nos veremos mañana.- Él le contesta un poco cortado- Bueno si no puedes lo entiendo, te esperare impaciente, no me tardes. Adiós cariño. – Ella sin más cuelga-
Las imágenes que le pasan por la mente son de lo más terribles, se empieza a enfurecer, el solo oír su voz le ha cambiado el semblante, si lo tuviera delante lo asesinaría. El día de ayer se lo paso pensando las mil maneras de matarlo, todas le parecían demasiado dulces.
Espera poder darle una lección que no olvide mientras viva. Lo que le ha hecho no tiene nombre, y recibirá su castigo, ella lo tiene claro el que se la hace la paga, y este tipo se la hizo bien gorda. Lleva dos días rumiando su venganza, esta en calma tensa, ella misma se da miedo, puede ser muy mala en su respuesta, pero espera con impaciencia que llegue el momento adecuado y la verdad, el lugar no puede ser más espectacular.

Su estado de ánimo esta más que justificado, ayer se presento una mujer y sin casi sin dejarla hablar y a bocajarro le dice que tiene una historia con el hombre con el que está a punto de casarse. Que espera un hijo de él, y que ha sido engañada, que va a ir a hablar con él y que esta dispuesta a todo.
Se quedo fría como una estatua de hielo, es como si se le hubiera helado la sangre y no pudiera reaccionar. Sentada en su sofa empieza a pasar por su cabeza una serie de imágenes de su noviazgo. Se da cuenta que no hay ninguna escena que sea espectacular, han sido unos años muy normales sin mucha pasión ni mucho sentimiento, se encontraban bien los dos pero al final no había nada más.
Dejamos a esta mujer a este lado de la ciudad, recorremos unos cuantos cientos de metros y llegamos a un chalet de una zona residencial. Se nota que vive gente de alto nivel, la casa se ve al final de un jardín, se llega a la escalinata de la casa bordeando una rotonda con una fuente preciosa en medio, entramos al interior de la casa, hay mucho movimiento, mucha gente trajinando de un lado a otro. Unos llevan flores, otros portan bandejas llenas de copas, se oyen movimientos de muebles, continuas salidas al jardín llevando paquetes, flores, cintas de colores, girnaldas, están preparando una fiesta.
En el salón están reunidas cuatro personas, un matrimonio de mediana edad, una mujer joven, se la ve con un cabreo impresionante, y un hombre en medio de la sala el cual parece que le esta cayendo toda la caballería encima. . Esta rojo como la grana, parece a punto de explotar, están todos hablando a la vez, al final se tienen que calmar pues no se oyen unos a otros.
Se oye la conversación, están discutiendo, la mujer joven ataca al hombre.- Le esta diciendo. - Te vas a arrepentir, a mi no me dejas como un trapo, no hay dinero en el mundo que pueda pagarme lo que me has hecho. Te voy a amargar la fiesta, no te vas a salir con la tuya. – El matrimonio la quiere retener, pero ella pega un salto y sale por la puerta pegando un portazo. Nadie se mueve para ir tras ella, están demasiado sorprendidos.
El chico queda hundido, se tapa la cara desesperado, no sabe que hacer, sus padres no atinan a consolarlo. Son gente que nunca ha tenido graves problemas y delante del acontecimiento social que se les avecina, no saben tampoco como afrontarlo.
La madre empieza ha hablar, y es curioso que siempre es la mujer que toma la iniciativa en temas familiares, no se porque será.
-Bueno no nos pongamos histéricos, esto se ha de arreglar antes de mañana. No nos podemos arriesgar a que nos monte una escena delante de todo el mundo. ¿Sabes si Careen sospecha algo de este asunto?- Solo nos faltaría, que esa mujer le fuera a contar todo este embrollo.
-No, no sabe nada. No tiene ni idea de que existe esta mujer. He sido un imbécil, solo fue para mí un pasatiempo, pero ella se lo ha tomado en serio, yo nunca le prometí nada. Esta loca. Nos puede hacer mucho daño. ¿Qué podemos hacer?.-
El padre mientras, callado, lo que es lo mismo un cero a la izquierda, igual también tiene que callar y no quiere meter la pata. Solo se mira a su mujer confiando que ella encuentre la solución. Ella pensativa busca el modo de salir airosos del tema. Va de un lado para otro, se nota una mujer dominante frente a dos hombres indefensos.
Al rato se para frente a ellos y los mira - Ya esta, ya se lo que tenemos que hacer. ¿Dónde vive esa mujer?. Jonathan temeroso le dice que en una zona de las afueras y le pregunta que pretende hacer.
De momento le vamos a enviar al abogado para que negocie con ella su precio para que se mantenga callada, y si no quiere aceptar que la amenace con ponerla una demanda por acoso. ¿Por qué te está acosando no?- Jonathan le responde que si, que se siente así.
Bueno no hablemos más, llamare a Charles para que resuelva este asunto, esta misma tarde. – Y sale muy dispuesta a llevar a cabo lo que ha pensado. Los dos hombres ni se mueven, se han quedado clavados los dos mirándola como se va erguida como un soldado.
Él en apartamento todo está en silencio, en un rincón del sofá acurrucada y abrazada a sus largas piernas se encuentra Careen ensimismada. Se esta quedando amodorrada, la pasada noche no ha dormido bien, ha sido un golpe demasiado duro de digerir, y lo que piensa llevar a cabo mañana no será fácil.
En este momento el timbre de la puerta suena con impaciencia. Ella despierta de su letargo se pone las pilas y se levanta de un salto. ¿ Quién será el que tiene tanta prisa?.
Abre y se encuentra cara a cara con la odiosa mujer. Se miran de frente, los ojos de Careen echan chispas. – ¿Que haces aquí? - La otra la empuja con violencia hacia dentro del apartamento. – Estoy aquí para impedir que ese sinvergüenza se salga con la suya. Tu no te vas a casar con él, me pertenece y no me va a dejar como un trasto de usar y tirar. Encima espero un hijo, él me prometio que se casaría conmigo.
Esta enfurecida, la coge del cuello y parece que quiere ahogarla, Careen le arranca las manos de su cuello medio asfixiada. Tose queriendo coger aire, antes de que la mujer se le vuelva a abalanzar, solo piensa que tiene que defenderse de esta loca que no sabe lo que hace.
Las dos mujeres se atacan como fieras, no tienen miedo ha hacerse daño, las dos son fuertes, ruedan por el suelo, tirando todo lo que encuentran. En un momento dado, Careen coge un plato y se lo estrella en la cabeza. La otra se queda quieta, mientras un hilo de sangre le baja por la cabeza hacia la mejilla.
Careen la mira, sentada en el suelo con las piernas abiertas como una muñeca rota, los ojos idos y la cara manchada de la sangre que le sale a borbotones de la cabeza. Esta de pena.
Reacciona rápida va al lavabo y coge una toalla la moja y se la pone encima de la cabeza taponándole la herida, tiene una brecha bastante grande, le tendrán que poner puntos.
La mira y le dice- Siento lo que te he hecho, pero me tenia que defender. Has entrado como una histérica en mi casa, por poco me matas, pero no te preocupes te voy a llevar a curar, necesitas puntos. Pero antes te quiero decir, que yo no tenia intención de casarme con él después de lo que tu me dijiste, pero quería darle una lección delante de todo el mundo. Tu verás lo que tienes que contar como te has hecho este corte en la cabeza, a mi no me importa pero Jonathan se quedará sin castigo.
La mujer ya apaciguada la mira con sorpresa, no esperaba esta declaración de ella. Es lo que ella quiere, darle un escarmiento. La mira ahora con complicidad, van las dos en la misma barca, y el merluzo va ha caer en las redes de las dos, y lo van a cocer a fuego lento.
Se levantan, y las dos deciden ir a urgencias para que le curen la herida, sin decir nada de lo que ha pasado, dirán que le ha caído una estantería mal colocada encima de la cabeza.
Por el camino, la mujer, su nombre es Lúa se sincera con Careen: Ayer fui a tu casa para abrirte los ojos, para que vieras con que tipo de hombre te ibas a casar. Esta mañana le he ido a ver, y no sabes como se han puesto los padres y al final me daban dinero para no hacer un escándalo. Los he dejado plantados, pero no me fío, algo van ha hacer para evitar que les estropee la boda.
Bueno veremos lo que hacemos, pero a este hombre se le ha de dar un escarmiento, no le podemos dejar que haya jugado con las dos a la vez, y quedarse tan fresco, se le van a quitar las ganas de volver a hacerlo.
Con tiempo suficiente van maquinando las dos la manera de joderlo, y tanto que lo consiguen, al final quedan las dos de acuerdo en todo y atan los cabos para que todo salga perfecto. Cuando las mujeres se juntan, ya eres hombre muerto, o casi.
Suena el despertador, se levanta como si fuera una autómata, sabe que hoy será un día que quisiera hubiera pasado pero esta tranquila y segura, ha meditado mucho y sabe lo que tiene que hacer.
Se ducha, se pinta muy discretamente, abre el armario y saca una percha con una bolsa grande, la abre y saca un vestido de novia precioso, es de encaje y entallado hasta la cadera, a partir de ahí una falda con godets de tul le llega hasta media pierna. Los hombros al descubierto. Se nota que es de firma.
Se lo pone y se mira al espejo, esta preciosa, lo reconoce es un vestido que la favorece. Jonathan se arrepentirá de lo que me ha hecho, pero será demasiado tarde. Bueno ya está lista, esta positiva, ha llegado a tiempo de evitar una relación que no hubiera durado, por sus infidelidades, y por ser un niño mimado por sus padres y creerse con derecho a menospreciar a las mujeres
En este momento llaman a la puerta, la abre y aparece un hombre joven muy bien vestido con un bouquett de rositas pequeñas precioso, le da un beso y le dice, y se nota sincero que esta espectacular.
Montan los dos en un flamante coche, se dirigen hacia la mansión de la familia, donde se celebrara el enlace, ella está sola no tiene la familia cerca, y en este momento lo agradece, les esta evitando pasar por este momento tan desagradable.
El amigo del novio apenas la mira, la nota extraña y no se atreve a interrumpirla, la ve muy pensativa y seria, él creé que está nerviosa pensando en todo el evento que se avecina y que esta un poco asustada. Le coge la mano y se la aprieta dándole ánimos, ella lo mira y le sonríe y piensa, no saben lo que les espera a todos.
Llegan a la casa y el maestro de ceremonias la conduce hasta un despacho para que nadie la vea hasta el momento de entrar en el salón donde se celebrará el enlace.
Se queda sola, y en este momento aparece por la puerta Lúa, se dan un abrazo y a continuación sin hablar apenas, cierran la puerta con el pestillo y las dos como ya habían confabulado empiezan a desnudarse y a intercambiarse los vestidos. Careen saca de su bolsillo el perfume que se pone siempre y que a Jonathan le encanta, y se lo da a Lua. La mujer extrae de una caja un velo muy espeso, que se coloca encima de la cabeza velándole la cara, esta perfecta, nadie diría que ella no es Careen. No hablan alguien puede estar cerca, y saben que esta sola en la habitación y sospecharían que pasa algo. Deben tener gente vigilando por si la chica aparece a fastidiarles la fiesta.
Careen con la ropa de Lúa, le da los últimos toques, estas muy bien – Le dice y la tranquiliza. - Vamos a apretarles las tuercas a estos señorones que se creen con derecho a despreciar a una mujer. Por lo menos que reconozcan al bebe, y después ya sé vera lo que haces sí continuas con él o estas mejor sola. De momento esperemos que ante el escándalo no tenga más remedio que aceptar otra novia.
Lúa, es una chica sencilla confiada que se ha dejado embaucar por este hombre caprichoso y consentido. Ella no espera nada de esta trampa que le han tendido. Pero creé que tiene todo el derecho a luchar por ese hijo que llegará a este mundo sin haberlo pedido. Le va a facilitar en lo que pueda la entrada, aunque le cueste engañar a su propio padre.
Se despiden, y Careen le da un abrazo y la anima a continuar con su papel. Ella por su lado va a cambiar el nombre y apellido de la novia en los documentos del juez.
Sale por la ventana del jardín, lleva una peluca rubia, un uniforme de camarera, zapatos bajos y unas gafas de concha, no le reconocería ni el propio Jonathan si la viera de frente. Lleva unos papeles en una carpeta negra camuflados entre dos bandejas.
Están llegando los invitados, todos con traje de etiqueta, y se da cuenta que no le duele dejar este circulo de gente tan sofisticada, ese no es su destino, ella está para otras cosas que no son tan superficiales, da gracias que ha llegado a tiempo de no equivocarse.
Sin querer se ve de frente con su ex suegra, está imponente, con su aspecto tan estirado de mujer que está acostumbrada a hacer todo lo que se le antoja. Está hablando con el que debe ser un vigilante, están en alerta y pendientes de cualquier contratiempo que se les presente. Careen le pasa rozando, sin mirarla, y directamente se dirige a donde se va a oficiar la ceremonia. Y voila, allí están los papeles que ella con rapidez cambia, recoge el que pone su nombre y deposita en el dossier los de Lúa. Después deja todo como lo ha encontrado. Da un vistazo al salón que esta precioso, eso no lo puede negar, tienen un gusto exquisito.
Abre con cuidado la puerta, no hay nadie, y aunque hubiera hay tanto trajín por la casa que pasaría desapercibida, además piensa con el aspecto que tengo nadie me miraría dos veces, y en este momento ve a Jonathan por el pasillo dirigiéndose al vestíbulo.
Pasa al lado de él, casi se tocan ella lo mira, él ni le dirige una mirada, claro tiene un aspecto tan insignificante, y no le ha dado un vuelvo el corazón al tenerme cerca, eso esta claro, no hay atracción ni nada que se le parezca. Sale fuera hacia un rincón del jardín, no se puede perder el espectáculo, la lección no la van a olvidar mientras vivan. Se lo merecen, y está deseando ver como salen de este lío airosos.
Los invitados pasan al salón donde se oficiará la ceremonia, Jonathan y su madre ocupan su sitio, él está muy nervioso y se le nota, no tiene la conciencia tranquila eso está claro. En su interior tiene a Lúa en el pensamiento pero sus padres jamas lo consentirían, y para su comodidad y para tenerlos contentos Careen estará bien para tenerla como esposa y madre de sus hijos. No quiere tener a su madre de enemiga, la ha temido siempre, en cuanto a su padre es como un cero a la izquierda, no tiene opinión de nada hace muchos años, también por comodidad nunca se ha querido imponer a su mujer y así vive feliz a su manera.
Jonathan está deseando que acabe esta ceremonia, teme que Lúa monte un escándalo y que su madre ponga en marcha alguna de sus ideas, la teme, es como un capitán del ejercito en tiempo de guerra, siempre esta con las armas cargadas. Siente que él no sea valiente para plantarle cara, pero siempre lo ha anulado y a estas alturas ya no puede hacer nada para parar esta boda.
Careen desde el lugar donde se encuentra abarca todo el salón, no se va a perder nada de lo que acontezca, y tampoco quiere dejar sola a Lúa por si la ha de ayudar. No tiene ni idea de cómo pueden reaccionar cuando vean el cambio.
En aquel momento suena la música y una novia tímida avanza por el pasillo apoyada en el brazo de un hombre que nadie conoce. Viste de etiqueta como todos los invitados, se supone familiar mío. En este caso será de Lúa.
La novia se sitúa al lado de Jonathan, no se le ve la cara, el novio solo huele el perfume de Careen que le confirma que es ella.
El juez empieza ha hablar, los padres de Jonathan contentos de que nada les haya enturbiado la fiesta, están pensando en lo elegantes que están los dos, y no dan importancia el que no les hayan presentado al acompañante de Careen. Debe ser un pariente que ha llegado a punto de acompañarla. Y sin más se disponen a contemplar la ceremonia.
Cuando pregunta el oficiante a Jonathan que si quiere a Lúa Klein por esposa, parece que le da un colapso, pero reacciona como si en aquel momento tuviera una fuerza superior que le hiciera ver lo que en realidad quiere hacer. Sii, quiero, el juez se vuelve a Lúa y le pregunta quieres a Jonathan Hard por esposo, y Lúa se quita el velo de la cara y contesta si, quiero, mirando a Jonathan con todo el amor que le tiene. El le devuelve la mirada, no le pregunta que ha pasado, solo sabe que ya es su mujer.
Detrás los padres de Jonathan están como estatuas de sal, ni reaccionan, los invitados ni se han enterado, ellos apenas conocen a Careen, y por descontado del nombre ni se acuerdan, son gente que estos detalles no los tienen en cuenta. Vienen a un acto social, y punto.
Los novios firman el acta, Jonathan solo hace que mirarla, ella le dice que ya se lo explicará, que Careen esta bien y que fue ella la que le ha preparado el cambio. Jonathan más tranquilo solo tiene ojos para ella, evitando mirar a sus padres. Ellos continúan sentados sin reaccionar, no pueden asimilar que se hayan casado delante de sus narices sin que ellos lo pudieran evitar. Ahora solo les queda disimular delante de esta gente. No pueden hacer un escándalo, saldrían en todos los periódicos mañana a toda plana.
Careen esta contenta, todo esta como tenia que ser. Ella esta feliz, se siente libre y se ha evitado un matrimonio que a corto plazo seria un fracaso, pues él pertenece a Lúa. No sé si serán felices muchos años, pero de momento ese niño tendrá unos padres que se quieren y unos abuelos que estoy segura que cuando le vean la carita cambiaran su armadura y sus armas por pañales y biberones. No pueden ser tan duros.
Careen se aleja de la casa, sabe que algún día encontrara su media naranja. Esta cavilando en estos pensamientos cuando oye un frenazo a un metro de ella. Un coche se ha parado a tiempo antes de atropellarla, ha pasado la calle sin mirar, es una inconsciente. Se queda quieta observando el hombre que se baja del coche, el se dirige a ella preguntándole si le ocurre algo, si se encuentra mal o es que tiene la costumbre de pasar la calle sin mirar.
Ella no habla solo lo mira, es alto atlético, debe de hacer algún deporte piensa, es muy guapo. El cree que está ofuscada que el susto no la deja hablar. La invita a subir al coche y llevarla a su casa. Ella asiente, tiene como una especie de alelamiento, no deja de pensar que cuando le ha ocurrido lo del atropello ella estaba pensando en que conocería un hombre, lo presentía. ¿Será este?, no le importaría no puede dejar de mirarlo. Le da la dirección, ella aún lleva el disfraz, o sea que de atractivo no tiene nada, las gafas le tapan el color verde de sus ojos, no creo que él le dé el flechado al mirarme.
Llegan a la puerta del apartamento, ella hace como que se marea, el muy atento le dice que mejor le prepara una infusión, ella agradecida abre la puerta de su estudio y pasan al interior. El se presenta se llama Adam y vive cerca de aquí, se dirigía a su despacho después de llegar de viaje. Ella a propósito le dice que siente entretenerlo, por si le espera alguien. El le dice que vive solo y no le espera nadie, que no se preocupe.
El coge la tetera la llena de agua y enciende el fuego, se ve muy dispuesto. Ella lo observa hacer. Después con la escusa de que se va al baño, lo deja en la cocina preparando la taza para la infusión.
En un momento se quita la peluca las gafas y el uniforme, se pone unos tejanos, una blusa camisera blanca y se calza unos mocasines. Ya es ella, con su pelo corto, negro como el azabache y unos ojos verdes espectaculares. A ese hombre le va a dar un infarto. Le tendré que dar todas las explicaciones porque si no se va a pensar que soy una loca que va disfrazada por ahí.
Al oir que sale de la habitación el se vuelve y se queda de una pieza, ella rápida le dice que le contara él porque iba vestida como antes. Que todo tiene una explicación y lo entenderá.
Le pone una copa y se sientan los dos en el sofá, ella empieza a explicarle que hoy ha estado a punto de casarse, pero que afortunadamente no ha llegado ha hacerlo. El la mira con estupor, no puede asimilar, primero su aspecto y después lo que le esta contando. Pero prudente presta atención a lo que ella le explica.
Al final todo queda aclarado, está los dos como si se conocieran de toda la vida, cómodos y relajados, son jóvenes y guapos los dos y solteros, el tiempo dirá si están predestinados a unirse, de momento han empezado su camino con originalidad y cupido ha debido lanzar su flecha y a lo mejor a dado en el blanco.
Cuando se cierra una puerta se abre otra con mejores posibilidades y oportunidades y hay que saber aprovecharlas, la rueda del destino siempre está girando y nosotros que somos un pedacito de esa rueda encajamos donde menos nos lo pensamos, solo tenemos que estar atentos.

4 comentarios:

Joana dijo...

Ventu, tienes mucho talento, no cambies, me encanta este blog
animos besos
joana

maitema dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
maitema dijo...

Lo acabo de leer y me ha gustado mucho
sigue así, como te conozco sé que aun
puedes mejorar.
Besitos. Maitema.

Loli dijo...

me has dejado alucinada, es precioso. tienes un dón especial para esto.
Felicidades y besinos


FELIZ AÑO 2009